77 Feria del Libro de Madrid

Como cada primavera, El Retiro recibe a la Feria del Libro de Madrid, que este año cumple 77 años, muy bien llevados, bajo el lema  “Leer para saber, leer para imaginar”.

Desde el viernes 25 de mayo hasta el domingo 10 de junio podemos disfrutar de esta gran cita literaria.

363 casetas de editores, libreros y distribuidores inundarán El Retiro de historias que esperan encontrar a su lector.

Es uno de los eventos culturales más importantes de Madrid, en el que se dan cita escritores, lectores, paseantes, libreros, editores y distribuidores.  

Los libros, el parque, y las tormentas, son los protagonistas, pero en esta edición también hay programadas más de 400 actividades (mesas redondas, talleres, conferencias, etc.).

En cada edición hay un país invitado. Este año es Rumanía, quien centra buena parte de las conferencias y firmas, acercando a los lectores la literatura y cultura de este país.

La primera Feria del Libro tuvo lugar en 1933 con motivo de la Semana Cervantina y se instaló en el Paseo de Recoletos con 20 casetas.

En 1936 se suspendió y reanuda su actividad en 1944, trasladándose en 1967 al Parque de El Retiro.

Pasear y disfrutar

La Feria se pasea y se disfruta. Y, dependiendo dela hora del día, o del día de la semana, se va transformando.

Las mañanas de los días de diario se respira un ambiente relajado y tranquilo.

Los lectores habituales van a comprar evitando el bullicio de los fines de semana, cuando acercarse a ver el expositor de la caseta a veces resulta misión imposible.

Esta tranquilidad matinal de repente interrumpida por las risas y las carreras de los pequeños que van con los coles a visitar la Feria.

Ya es costumbre ver a los niños acercarse a las casetas con su lista preparada para comprar el libro que les gusta.

Muchos de ellos volverán con sus padres, sobre todo el fin de semana, y disfrutarán de las actividades que ofrece el Pabellón infantil.

Los fines de semana, los adolescentes formarán interminables colas para tener una firma de sus autores favoritos.

Después un bocata en la hierba y un paseo al estanque o al Palacio de Cristal, para volver a hacer cola por la tarde. 

Las tardes, a veces con un sol aplastante, otras con tormentas, son más bulliciosas, pero no pierden el ambiente festivo y relajado.

Los soportes cambian, lo digital se acerca a lo analógico, pero el auténtico lector, nunca cambiará este objeto por la mayor de las tecnologías, porque no hay nada que se pueda comparar al olor y al tacto de los libros.