Efecto Zeigárnik”. Dicho así seguro que no sabes de lo que te estoy hablando. Pero, ¿y si te digo que es el antecedente del “cliffhanger” y que te va a ayudar a recordar?

Seguramente te habrás quedado igual. Sin embargo, sí tengo la certeza de que sabes que cuando termina un capítulo de tu serie favorita (y más aún una temporada de esa serie), tienes la necesidad de ver el siguiente capítulo y no esperarte a que pase o una semana o meses.

Esto ocurre porque los guionistas aplican un recurso narrativo, llamado “cliffhanger(literalmente «quedar colgando del acantilado»), que consiste en terminar el capítulo con un golpe de efecto para dejar el final en suspenso. 

Y ahora seguro que te estás preguntando qué tiene que ver esto con el estudio de tu oposición. Más de lo que te imaginas.

Pero para ello tendremos que empezar por el principio y hablar de su antecedente: el “efecto Zeigarnik”.

Este ha tenido un gran impacto tanto en la educación como en la literatura, el cine o la publicidad.

 

¿Qué es elefecto Zeigárnik”?

Recibe su nombre de Bliuma Zeigárnik. Bliuma fue una psicóloga lituana, nacida en 1900,  es considerada una de las psicólogas experimentales más sobresalientes.

En 1927 Bliuma estaba en un café esperando a su profesor, el psicólogo Kurt Lewin. Mientras lo esperaba se dio cuenta de algo que despertó su curiosidad: los camareros eran capaces de recordar absolutamente todo lo que le pedían los clientes.

Sin embargo, una vez pagada la cuenta, el camarero ya no recordaba casi nada de lo que había pedido el cliente.

Cuando llegó su profesor se lo comentó, y comenzó una investigación, bajo la supervisión del profesor Lewin, para investigar por qué ocurría esto.

 

“De las tareas acabadas e inacabadas”

 

 

 

Este es el nombre del que recibe la teoría que comenzó a llevar a cabo. 

Para que su teoría tuviera un fundamento científico llevó a cabo un estudio. En él los voluntarios que se presentaron tenían que realizar veinte ejercicios.

Estos ejercicios no entrañaban mucha dificultad para los voluntarios. Consistían desde terminar un puzle, solucionar un problema matemático o resolver una adivinanza.

Pero algunos de los voluntarios fueron interrumpidos varias veces a lo largo de la prueba sin poderla terminar, mientras que otros pudieron concluirla sin interrupciones.

Cuando terminó el estudio se constató que los voluntarios que fueron sometidos a interrupciones recordaban mucho mejor las pruebas que no habían podido concluir que los que las terminaron.

Además, se comprobó que las tareas que se habían quedado inconclusas, se tendían a acabar en un 90% de los casos.

 

 

To be continued… o cómo el “efecto Zeigárnik” te ayuda a recordar

 

Este estudio ha sido muy importante y se ha repetido a lo largo de los años por diferentes investigadores, siempre con el mismo resultado.

Y esto es porque nuestro cerebro siente satisfacción al terminar lo que se ha empezado y le ocurre lo contrario si deja una tarea inconclusa.

Y este es el motivo por el que te puedes aprovechar de él.

Échale creatividad (que también aumenta la capacidad de memorización) e inventa.

Tómate el temario como una serie, haz capítulos, deja un ”To be continued” en las partes que puedan provocarte  una mayor expectación.

En definitiva, pon tu imaginación en marcha y aplica otras técnicas como el palacio de la memoria para complementar y divertirte estudiando.

 

 

Pausas programadas

 

 

La manera de hacerlo sería programando y planificando interrupciones en tu jornada de estudio, además de la que haces al dormir.

Cuando haces pausas, tienes una doble ventaja:

 

 -Tu cerebro sabe que no has acabado la tarea, por lo que te pedirá seguir estudiando hasta acabar la tarea.

-Al hacer una pausa, se fija en la memoria lo estudiado.

 

Ya hemos hablado de algunas de ellas en post anteriores, por lo que no nos vamos a extender mucho.

 

Técnica Pomodoro

Con esta técnica aprovecharás  al máximo el tiempo de concentración, que normalmente es de alrededor de 30 minutos.

Haz pausas cada 25 o 30 minutos para descansar 5 minutos entre bloque y bloque.

Para que el “efecto Zeigárnik” sea efectivo, deja las tareas que estés haciendo inacabadas entre esos bloques.

Cuando completes cuatro bloques descansa unos 20 minutos.

Aprovecha para levantarte, estirarte, comer algo, beber agua (muy importante) o caminar.

Tu cerebro y tus músculos descansarán, se fijará en tu memoria a largo plazo lo recordado y tendrás la necesidad de seguir estudiando.

 

Aprovecha la pausa más larga para caminar

Durante la pausa más larga (de 20 a 30 minutos), aprovecha y sal a caminar.

Harás ejercicio, se oxigena tu cuerpo y tu cerebro, te relajarás, se fijará en tu memoria la información y volverás al estudio con más ganas.

En este post te explicamos por qué caminar es una de las mejores cosas que puedes hacer durante los descansos a lo largo de tu jornada de estudio.

 

Échate una pequeña siesta

Con una pequeña siesta se relajará tu mente y tu cuerpo, reseteando tu cerebro y desconectando por un rato.

Pero como te has dejado tareas inacabadas, tu cerebro sabe que no puede dormir profundamente, pero sí podrá desconectar.

No pierdes el tiempo con ello, ya que al volver a ponerte a estudiar tu concentración será mucho mejor.

 

To be continued…