La presión a la que está sometido un opositor puede acabar pasando factura, sobre todo en los últimos meses antes del examen. Son más propensos a padecer este síndrome los opositores que llevan más tiempo estudiando y, si además, es una oposición a la que se presentan miles de personas y hay pocas plazas, puede ocurrir con más frecuencia.

Toda la sintomatología asociada derivada de estos factores, se ha diagnosticado como un trastorno psicológico llamado “síndrome del opositor”.

Por lo tanto es útil que sepas identificar los síntomas antes de que se acentúe.

 

El síndrome del opositor

Se puede decir que el síndrome del opositor es un estado de estrés, pero no el que tenemos normalmente en nuestra vida diaria.

No es malo una dosis baja de estrés, ya que te puede ayudar a estudiar, a no procrastinar y a llevar adelante tus estudios.

Es normal estar nervioso antes de examen, sin embargo, si repercute en tu salud tienes que poner remedio.

El estrés del opositor suele aparecer unos meses antes de presentarse al examen y está relacionado con niveles muy altos de autoexigencia.

Pero también se puede deber al aburrimiento de estar estudiando siempre lo mismo o a las presiones externas que se pueden recibir del entorno.

Todo ello se ve acentuado por la sensación de renuncia al no poder hacer actividades que antes sí se llevaban a cabo o la sensación de haber perdido un tiempo precioso en la vida.

Por este motivo se podrá generar un estado importante de frustración.

Puedes sentir que no has estudiado lo suficiente, que te has olvidado de lo estudiado, de que no te va a dar tiempo a estudiar todo lo que querías antes del examen.

Es posible que lleves muchos meses, incluso algún año estudiando y sientes que no vas poder aprobar.

Sin embargo, esta sensación puede ser errónea, ya que te  estás dejando llevar por un exceso de responsabilidad con unos niveles de autoexigencia que serán muy altos.

Debes rebajar el estrés, pero primero tienes que saber qué síntomas físicos pueden aparecer para no confundirlo y poder atajarlo.

 

Síntomas físicos

 

-Todos los síntomas relacionados con los ataques de ansiedad: dificultad para respirar, falta de concentración, problemas de memorización,  taquicardia, temblores, mareos, tensión en la mandíbula, bruxismo, insomnio, pesadillas, agotamiento, dolor de cabeza, problemas estomacales, baja autoestima, desarrollo de fobias, etc.

-Irascibilidad que te lleva a tener cambios de humor.

-No tienes vida social, además de repercutir en tu humor,  puede llegar a  repercutir en la relación con las personas más cercanas (familias, amigos, etc.).

-Si haces algo de vida social puedes llegar a ser monotemático, siendo solo el motivo de tu conversación las oposiciones.

-No eres capaz de distraerte con nada.

-Temor ante lo que te va a ocurrir en el futuro en relación a tu oposición.

-No dejas ni un solo día libre de estudio y, si esto ocurre por cualquier motivo, te sientes un irresponsable provocándote una gran ansiedad.

 

¿Cómo superar el síndrome del opositor?

 

Deberías poder reconocer los síntomas para evitar que la ansiedad y el miedo te atenacen y tu rendimiento no se vea disminuido.

Si los reconoces y los puedes controlar en cuanto aparezcan, el estudio de tu oposición será mucho más llevadero.

Y, sobre todo, podrás llegar al examen a pleno rendimiento, sin miedo y sin ansiedad.

 

Reconoce los avisos

 

Está claro que antes de tener un ataque de ansiedad, tu cuerpo te va enviando pequeños avisos.

Por este motivo, si no se saben identificar y controlarlos, acabará dándote un ataque de ansiedad tras otro.

Así que si ya te ha pasado y reconoces los síntomas, será más fácil que no te dejes llevar por el miedo y te vuelva a ocurrir.

 

Utiliza técnicas de respiración y relajación

 

Reducirán enormemente tu ansiedad. Los ejercicios de respiración antes de levantarte o antes de ir a dormir te van a venir muy bien.

Plantéate hacerlos, al menos,  uno o dos minutos durante cada descanso y notarás un gran cambio.

Como todo, es cuestión de adquirir el hábito.

Es cierto que a muchas personas les ponen nerviosos los ejercicios de relajación, pero suele ser al principio, porque no consiguen relajarse.

Si es este tu caso, no te preocupes, insiste, y luego podrás utilizarlos conjuntamente, con lo que los beneficios serán aún mayores.

Lo importante es que sepas relajar tus músculos y el sistema simpático que es el que te pone en alerta y te provoca la ansiedad, pero con la respiración abdominal, lo controlarás fácilmente.  

Hace tiempo ya te hablamos sobre las técnicas de control emocional y sobre los beneficios de la meditación preparando oposiciones.

 

Deja tiempo para ti

Ponte como obligación (y sin sentirte culpable después) dejar un día libre para hacer lo que más te gusta, incluso si lo que más te gusta es quedarte tirado en la cama, aunque no es lo recomendable.

Intenta salir a la calle, despejarte, y si tienes la posibilidad de dar un paseo por un lugar en el que haya naturaleza, aunque sea un parque grande en la ciudad, podrás reconectar y cargarte de energía.

Comparte este tiempo libre con tu familia y amigos, harán que pienses en otras cosas que no sea en la oposición.

 

Adopta hábitos saludables

Empezando por la alimentación.  Evita tomar cafeína u otras bebidas energéticas que puedan ponerte más nervioso y  que puedan alterar tu sueño.

También deberías adoptar hábitos del sueño, manteniendo una rutina en los horarios para irte a dormir y para levantarte.

Además deberías evitar la luz azul de las pantallas,  al menos una hora antes de irte a dormir.

 

Cuando no avances, para

Remar a contracorriente solo te va a dejar agotado.

Cuando tengas la sensación de que te has quedado atascado, es mejor parar, respirar y buscar soluciones.

Analiza qué es lo que has estudiado, si realmente te has atascado o es solo una sensación que tienes.

A lo mejor el problema radica en algo de muy fácil solución: revisar la planificación, aumentar los repasos, etc.

Es mejor darte un respiro y parar unos días que no seguir atascado y con niveles de ansiedad muy altos.

 

Ejercicio y paseos contra el estrés

Cuando descanses, pasea y al final del día procura hacer ejercicio. Te relajará, y podrás estudiar después mejor, al igual que afectará positivamente a la calidad del sueño.

 

Pensamientos positivos

Decirte que pienses en positivo es muy fácil. Otra cosa es poder desterrar los pensamientos catastrofistas, y a veces no resulta fácil.

Si llegas al punto de obsesionarte con estos tipos de pensamientos, deberás por todos los medios motivarte para adquirir nuevos hábitos saludables (como todos de los que hemos hablado antes.

Si no puedes tú solo pide ayuda a los que te rodean, y si no ves que haya avance, pide ayuda a un especialista.

 

Como ves, el síndrome del opositor puede convertir el estudio de tu oposición en un infierno, pero no es necesario nunca llegar a este extremo.

Puede que no apruebes un examen, importante para tu futuro, sí, pero más importante es tu salud.

Para terminar con un poco de humor, esperemos que no te ocurra como al personaje de este corto

 

 

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