Trazar un buen plan de acción para alcanzar tus objetivos es imprescindible para que puedas llevarlos a cabo. 

La mayoría de las veces solo tenemos un objetivo muy poco definido: ser feliz, aprobar la oposición, ganar dinero trabajando menos, etc.

En realidad, esto solo es una idea, no un propósito, ni mucho menos un objetivo claro. Tienes que especificar exactamente lo que quieres conseguir.  Es decir, tienes que aprender a parcelar estos grandes objetivos para poder abarcarlos mejor.

En el caso del estudio de tu oposición el objetivo está claro: quieres ser funcionario. ¿Pero te has parado a pensar qué es exactamente lo que tienes que hacer para llegar a serlo y cómo lo puedes conseguir?

Para ello nada mejor que elaborar un plan de acción que, además, puedes aplicarlo tanto a tus estudios como en el plano laboral o en tu vida personal.

 

Cómo trazar un plan para alcanzar tus objetivos

 

 

Como lo más importante es que tengas las ideas claras, para ello nada mejor que un poco de tiempo, papel y boli y ser absolutamente sincero y realista.

 

Analiza

Tienes que darte cuenta de cómo has llegado al punto en el que estás: puede que sea bueno, regular o que haya que darle la vuelta por completo y hacer muchas mejoras.

Analiza las diferentes áreas de tu vida y cómo te está influyendo el estudio de tu oposición en ellas:

-Estudio

-Trabajo

-Vida personal

-Ocio

 

Piensa cómo puedes mejorar

Cuando ya has visto todo lo positivo y negativo en estos aspectos, piensa cómo puedes mejorar ambos, ya que lo positivo también se puede mejorar.

Es decir, vas a tener puntos débiles, puntos fuertes y, por supuesto, hay infinidad de nuevas formas de hacer las cosas.

Por ejemplo, respecto a tu oposición, puede que te hayas atascado en el estudio de varios temas, además de los que sabes que son importantes.

 

Fortalezas

Analiza entonces cómo has afrontado otros temas, u otras situaciones en la vida que no tengan que ver con los estudios, pero que te parecían muy difíciles y al final, gracias a un plan que trazaste, te salieron perfectas.

Estas son tus fortalezas, tu capacidad de saber aplicar los recursos que tienes a mano y de los que puedes valerte para construir nuevas estrategias.

 

Debilidades

Pero es fundamental que no dejes de lado tus debilidades. Es imprescindible que seas honesto contigo y saber valorarte.

Deja de lado tanto la falsa modestia como la prepotencia, además de la autoexigencia.

Ten en cuenta dos cosas: eres humano y lo que estás escribiendo lo vas a ver solo tú. 

Tus debilidades debes apreciarlas, porque son las nuevas oportunidades de transformación para convertirlas en fortalezas.

Así que lo único que tienes que hacer es pensar cómo puedes transformarlas. Para ello utiliza tu imaginación. 

Haz una tormenta de ideas, es decir, escribe todo lo que se te ocurra que puedes hacer para transformarte, porque puede que, hasta la idea que tú consideras la más loca, sea la más efectiva. 

A lo mejor eres muy serio y autoexigente y nunca se te ha pasado por la cabeza dibujar los conceptos más relevantes de los  temas.

Pues quizá este sea un método que te ayude a memorizar ese tema en el que te has atascado, como ya te contamos en este post

 

Especifica tus objetivos

 

Ya sabiendo todo esto, escribe primero una lista con los objetivos que estás seguro que puedes alcanzar y cómo lo vas a hacer y otra columna en la que escribas cómo lo vas a hacer.

Es decir, si este mes vas a ponerte como objetivo a cumplir estudiar cuatro temas, marca también las pautas de qué tienes que realizar para alcanzarlo: levantarte antes, estudiar una hora más todos los días, descansar un día a la semana en lugar de dos, probar otras técnicas de estudio, etc.

Lo mismo en el terreno personal, por ejemplo tu objetivo es salir a correr todos los días y no solo tres a la semana. Pues bien, mira a ver de dónde sacas el tiempo, en qué horario, que puedes dejar de hacer para conseguir este objetivo, etc.

Date cuenta que son varios los caminos que te pueden ayudar a alcanzar tu meta, por lo que deberás escribirlos todos.

Especificar los objetivos te va a ayudar a cumplirlos, pero sobre todo tienes que tener en cuenta que estos sean realistas para que puedas llevarlos a cabo.

 

Delimita los plazos

Volvemos al ejemplo de “En este mes, sí o sí, estudio cuatro temas”.  Bien.

Lo que vas a hacer para llevar a cabo tu plan, ya lo has hecho anteriormente.

Ahora lo que tienes que poner en otra columna son los plazos en los que vas a sacar adelante cada paso que tienes que dar para alcanzar cada reto.   

 

Autoevalúate

No dejes terminar el tiempo de plazo que te has marcado para cada pequeño objetivo a cumplir.

Revísalo a la mitad del proceso, porque igual tienes que volver, o bien a definir de nuevo tu objetivo o bien recalcular el plazo de tiempo.

Es como cuando haces las planificaciones de los temas, es preciso siempre estar pendiente de si vas retrasado o has cumplido de sobra con los plazos previstos.

Una vez tengas las tres columnas rellenas ya habrás completado tu plan de acción para conseguir llevar a cabo tus propósitos.

En este vídeo puedes ampliar información de  los pasos para tener éxito con tu plan de acción.

 

Lo que no debes olvidar es renovar siempre tus metas y hacerlo de modo optimista porque, como te hemos dicho anteriormente, tus debilidades de hoy pueden ser tus mejores aliadas para convertirse en las fortalezas de mañana.

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