No, no eres demasiado mayor para opositar

Debido a la precariedad laboral de los últimos años y a la gran oferta pública de empleo convocada, cada año aumenta el número  personas mayores de cuarenta años que se deciden a opositar.

Un trabajo fijo, un sueldo seguro a fin de mes, un trabajo en el que puedas desarrollar tu vocación, la posibilidad de conciliar mejor tu vida laboral y personal…

Todo son ventajas te ayudarán a centrarte más en tus estudios.

Cuando llegues al examen, te sorprenderá ver la cantidad de personas mayores de cuarenta años que se presentan.

Te puede parecer una locura,  pero no debes tener miedo, ya que vas a encontrarte con más ventajas que inconvenientes.

Las primeras dudas

Al principio, probablemente te plantearás mucho el presentarte o no.

Luego tendrás que decidir por el temario, o por tu formación anterior a la oposición a la que te irás a presentar.

Sopesarás tu situación personal: trabajas casi todo el día, pero tu trabajo es inestable, no trabajas pero tienes dudas de si vas a poder estudiar, qué vas a hacer con los niños…

Todo son dudas sobre cómo conciliar trabajo, familia y oposiciones.

Además, tú te sabotearás (y probablemente, muchas personas de tu alrededor) pensando que ya eres muy mayor y que no vas a poder con ello.

Cometes un error pensando esto. 

Pequeños inconvenientes y grandes ventajas

No te vamos a mentir, sí que puedes encontrarte con pequeños inconvenientes, pero verás que se pueden convertir en grandes ventajas.

 

Me va a costar mucho ponerme a estudiar

Probablemente creas que no estás muy acostumbrado a estudiar y que te va a costar mucho.

Ahora piensa en todos los cursos que has hecho a lo largo de tu vida. 

Seguro que hace poco hiciste alguno, y no te surgieron tantas dudas como las que te estás planteando, ¿verdad?

Bien relacionado con el trabajo, o bien para reciclarte y conseguir otro empleo o, simplemente, por placer, estamos continuamente aprendiendo y estudiando, aunque no nos demos cuenta.

 

No voy a tener la capacidad de estudio que tenía antes

A lo mejor al principio no, pero con el tiempo esa velocidad y capacidad de estudio la vas a volver a adquirir rápidamente.

Además, debes tener en cuenta que ya tienes experiencia, ya has estudiado antes.

Conoces tus puntos débiles y tus  puntos fuertes respecto al estudio, y esto es un valor muy importante.

Con la edad has adquirido un bagaje cultural que antes no tenías y un aplomo  que puedes usar a tu favor a la hora de los exámenes.  

Mucho más si tienes que hacer una exposición oral de un tema.

 

¿De dónde saco tiempo?

El trabajo, los niños, la casa, tu vida personal… y las oposiciones.

Si quitas de esta lista la oposición, te darás cuenta de que te sabes organizar muy bien.  

Solo tienes que dejar un pequeño hueco más en tu vida para el estudio.

No es una locura.

Seguro que has comprobado que cuando menos tiempo tienes más te organizar y haces más cosas.

Si tienes el día libre, seguro que te vas a la cama con la sensación de que no has hecho nada, y realmente muchas veces no has hecho nada.

Haz un buen plan de estudio y define tus objetivos de forma que sea posible compaginarlos con tu vida laboral y personal.

 

¿Seré capaz de presentarme al examen?

Si has tomado la decisión de estudiara las oposiciones ten por seguro que  la fortaleza de tu decisión no se va a tambalearse, como cuando tenías 20 años y creías que todo iba a ser  más fácil.

Sabes lo que cuesta tener un trabajo y una oposición te da la oportunidad de tener un trabajo estable. 

Así que, seguro que vas a ser capaz.

¡A por tu plaza!