Está claro que, dependiendo del estado de ánimo con el que te levantas, así será tu día, pero con algunos pequeños hábitos puedes cambiar un día malo por uno bueno y totalmente fructífero. En el comienzo de tu jornada de estudio tienes que estar a pleno rendimiento, animado y lleno de energía. Para comenzar el día con tu mente lista para estudiar, sigue estos hábitos que harán tu estudio altamente productivo.

 

Hábitos matutinos para un estudio productivo

 

Levántate temprano

 

La mejor manera de aprovechar el día es levantarte temprano. Y sin mirar el móvil nada más despertarte.

Además de que puedes aprovechar mejor el tiempo para hacer otra serie de actividades diarias, hay algo fundamental, y es que vas a aprovechar la luz del día para estudiar.

Ya hablamos hace tiempo de cómo la luz influía sobremanera en los estudios, te remitimos al post para que veas que no es nada banal. 

Es cierto que, en cuestión de biorritmos, cada uno somos diferentes. Sin embargo, puedes modificar tu hora de despertarte habituando poco a poco a tu cuerpo.

Si eres de los que te gusta irte a la dormir tarde y levantarte tarde, los primeros días te va a costar, seguro.

Pero si vas adelantando paulatinamente cada día unos minutos la hora  de acostarte y de levantarte, al final te habituarás a ello sin ningún problema.

Ya os hemos hablado muchas veces de lo beneficioso que es tener un buen descanso ya que se van a fijar en vuestra memoria los contenidos estudiados y el cuerpo y el cerebro lo necesitan para poder estar en pleno funcionamiento al día siguiente, además de repararse las células de tu cuerpo por la noche.  

 

 

Antes de levantarte

 

Despiértate y realiza ejercicios de respiración abdominal. Te ayudarán a oxigenar el cuerpo y el cerebro y te levantarás calmado.

Si sabes meditar, dedica a ello cinco minutos antes de levantarte.

Haz mentalmente un repaso a lo que tienes que hacer a primera hora y piensa que te vas a organizar de tal manera que puedas hacer todo perfectamente sin agobios.

Dedica un minuto a pensar en lo que te hace estar agradecido. De este modo te centrarás solo en tus emociones positivas y te levantarás de mejor humor.

 

Estírate

 

Al levantarte haz algunos estiramientos. Tu cuerpo se seguirá oxigenando y cuando se estira y se oxigena estás  más despierto y más ágil física y mentalmente.

Ni que decir tiene que sigas sin mirar el móvil.

 

Si sabes hacer el saludo al sol es una opción rápida y estupenda. Te dejamos este vídeo por si lo quieres intentar. 

 

Ventila la casa

En invierno a lo mejor esto cuesta más, pero al menos, mientras desayunas, y si estudias en casa sobre todo, abre las ventanas de la habitación en la que te vayas a poner a estudiar.

No te da tiempo en tan poco tiempo a mirar el móvil.

 

Disfruta de la ducha

 

Una ducha al levantarte va a hacer que tu cuerpo se tonifique y siga despertándose.

No te tires media hora en la ducha, ni por cuestiones ecológicas ni por tiempo que pierdes.

Tampoco puedes mirar el móvil.

 

Un buen desayuno

 

También lo hemos hablado en múltiples ocasiones. Un desayuno saludable y completo de todos los nutrientes necesarios para que tu cuerpo se llene de energía es fundamental.

En este post hablamos de cómo los buenos hábitos alimentarios son indispensables para tu memoria y cómo afectan en ella. 

Si puedes, sigue sin mirar el móvil. Es muy importante que comas sin mirar una pantalla.

 

Anota tus impresiones sobre la oposición

 

O escribe un diario. No es ninguna tontería. Empezarás el día haciendo algo creativo, que es escribir, además traerás tus pensamientos y sentimientos ante lo que estás viviendo como opositor.

Va ayudar a que si hay algo que te preocupa, al dejarlo escrito te va a ayudar a darle menos vueltas durante el día y a saber qué es lo que te está impidiendo avanzar para ver cómo lo puedes gestionar.

O todo lo contrario, qué es lo que te está ayudando a salir adelante todos los días.

Es un momento solo para ti, y esto también te ayuda a crear un espacio personal.

 

 

Haz unos minutos de ejercicios

 

Si puedes dedicarle unos minutos, aunque sean 10, a hacer ejercicio, sería estupendo para tu cuerpo.

Otra opción es dejar el ejercicio más duro para cuando hayas terminado tu jornada de estudio porque liberarás estrés.

Lo qué sí puedes hacer es, si estudias en casa, sal a la calle a comprar el pan, o simplemente a andar 10 minutos antes de volver a casa y ponerte a estudiar. Y si estudias en la biblioteca, anímate a ir andando hasta ella.

Esto hará que, además de ejercitarte, no sea brusco el hecho de saltar de la cama a la mesa de estudio directamente.

 

Planifica tu día

Como ya hemos hablado siempre de la planificación, no vamos a añadir mucho más.

Simplemente te remitimos a este post en el que hablamos de la importancia de una buena planificación diaria. 

 

Comienza por lo más difícil

Si comienzas por lo que más te cuesta, y sin pensártelo dos veces, estarás más fresco, y te costará menos.

Además, te lo quitarás antes de encima y tendrás más tiempo para hacer otras cosas, incluso tendrás más tiempo de ocio.  

Pero, sobre todo, el terminar la tarea más difícil hará que ganes confianza en ti mismo.

 

Como ves, lo que haces por la mañana afectará al resto de tu día. Con estos hábitos matutinos para un estudio productivo harás que tus jornadas de estudio sean diferentes. 

Pon intención en ello y verás cómo tus días no son rutinarios ni aburridos y tendrás tiempo para realizar muchas más cosas, aunque sea dedicar unos minutos a ti al final de tu jornada de estudios.