Llevar al día todo el material que hay que estudiar en las oposiciones no es una tarea fácil. La planificación es un aspecto clave en este sentido y no hay que descuidarla. Una planificación diaria hará que no vayas acumulando materia y que no vayas retrasando lo planificado semanalmente.

 

En un post anterior ya os hablamos de las ventajas que tiene revisar y planificar semanalmente.

Si solo os quedáis en la planificación semanal es probable que os cueste conseguir los objetivos que os habéis marcado al finalizar la semana.

 

La  importancia de la planificación diaria estudiando oposiciones

 

Si ya llevas tiempo preparando oposiciones, te habrás dado cuenta de que una exhaustiva planificación diaria te va a ayudar más de lo que imaginas.

Con la planificación semanal siempre vas a tener una guía orientativa del trabajo que tienes que sacar adelante durante la semana.

Si eres previsor, y es lo recomendable, siempre tienes que destinar tiempo para los imprevistos y tendrás que tener en cuenta los retrasos en los objetivos que te hayas puesto de meta alcanzar esa semana.

 

Es entonces cuando la planificación diaria cobra importancia.

En primer lugar lo que tienes que hacer es tener muy claro los objetivos que tienes o quieres cumplir ese día, por lo que, antes de comenzar con tu jornada de estudio, deja unos minutos para ver qué es lo que hiciste el día anterior y lo que vas a realizar hoy. 

Pueden pasar muchas cosas en un día para que no cumplas los objetivos de estudio propuestos, incluso puede que surjan imprevistos que hagan que ese día no puedas estudiar.

Entonces es cuando aparece el efecto dominó, y vas arrastrando  tareas que no has hecho o temas que no has estudiado y se van acumulando.

 

Motivos por los que no se llevan a cabo las tareas

 

Imprevistos

Al ser algo no previsto, es evidente que no contamos  con ello, pero deberíamos asignarles un tiempo en la planificación semanal más que en la diaria, ya que este imprevisto si es cuestión de un día o dos ( por ejemplo que tengas una gripe que no puedas ni moverte de la cama), te va a desbaratar toda la planificación.

Así que tendrás que volver a recomponer todo al final de la semana.

 

Procrastinación

Hoy es que no me apetece nada, pero nada estudiar. ¿Y mañana? Cuenta con ello también, pero no lo tomes como hábito.

Puede que te haga falta oxigenarte un día.

Pero lo normal es que dejes en tu planificación diaria tiempo para tu ocio, así tendrás memos ganas de procrastinar y te ayudará a concentrarte mejor en el estudio.

 

Retrasos

Es cierto que la planificación es orientativa. No sabes con exactitud el tiempo que vas a utilizar en estudiar un tema o  a hacer un mapa mental.

Todo depende de la dificultad y/o extensión del tema.

Por esto es recomendable que, diariamente, planifiques sobre todo los temas más complicados.

Intenta, al menos, acabar con las tareas que son clave para que vayas avanzando y no retrasar para el día siguiente lo más importante, porque al final se te van a acumular varias tareas importantes.

Pero es cierto que, si ves que no puedes (da igual el motivo, puede que hoy no sea tu día) con esa tarea importante, déjala para mañana, pero acaba hoy otras más ligeras.

Puede que tengas un mal día y no puedas memorizar un tema. Pero sí puedes repasar otro, o hacer tarjetas, o grabar un audio con el tema u así, mientras lo lees, memorizas sin darte cuenta.

 

 

¿Por qué planificar diariamente?

 

  • Sabrás exactamente lo que llevas estudiado.
  • Tendrás más claro lo que te falta por estudiar y las tareas que tienes que completar.
  • No tomarás como hábito la procrastinación.
  • No acumularás tareas sin hacer ni temas sin estudiar.
  • Estarás más relajado porque llevarás prácticamente al día todas tus tareas.
  • Podrás disfrutar de más tiempo libre.

En este vídeo podrás ver gráficamente la importancia de la planificación diaria.