Estudiar una oposición requiere de una buena planificación y siempre insistimos en este tema. Hoy vamos a ver las ventajas que tiene revisar y planificar semanalmente.

 

¿Cómo planificar?

Es preferible que tengas planificaciones a corto, medio y largo plazo.

Manteniendo el objetivo a largo plazo que te marques, por ejemplo un año, para preparar tu oposición, lo normal es que desde el primer momento no sepas la fecha de examen.

Por lo tanto al principio puede que te cueste algo más hacer planificaciones a largo plazo si no has estipulado tú, dependiendo de tus circunstancias, un tiempo para sacar la plaza.

Y luego haz planificaciones algo más cortas, por meses (sería un medio plazo), por semanas y por días.

Lo ideal sería que, además de tu tiempo de estudio, planificaras todo tu tiempo, incluyendo trabajo, familia, ocio y descanso.

 

Planificar a corto plazo

 

 

Cuando empieces el día, mira la  lista de tareas que has planificado la noche anterior para el día que empieza.

Y al finalizar tu jornada  de estudio, da un repaso a lo que tenías previsto hacer, lo que realmente has hecho y lo que te queda por estudiar.

Así podrás fijar mejor las tareas pendientes que te queden por hacer.

Si lo has llevado todo tal y como lo habías planificado el día anterior, enhorabuena.

Pero no olvides dejar siempre en pendientes para el siguiente día, antes de empezar con un nuevo tema o una nueva tarea, dar un repaso a lo estudiado el día anterior.

Así, si tienes por ejemplo para estudiar de lunes a viernes, será más fácil que cuando llegue el viernes veas de un solo golpe de vista todo lo que te queda por hacer de la semana que acaba.

 

Ventajas de revisar y planificar semanalmente

 

 

 

Puede que tu semana de estudio acabe el viernes o el domingo, quizá solo tienes tiempo para estudiar los fines de semana.

En cualquiera de los casos, el día que termines, deja media hora (con el tiempo te llevará menos) para dejar planificada la semana siguiente.

 

Las ventajas que te aporta la planificación semanal son diversas:

 

Te sentirás motivado

Si ves que diariamente vas progresando te animará a seguir haciéndolo.

Es mucho más fácil medir tus progresos reales, diariamente, que hacer un cálculo hipotético de lo que vas a estudiar.

Si estás motivado desde el primer momento y si esto se basa en que vas cumpliendo tus objetivos marcados, será muy difícil que abandones tus estudios.

 

Sabrás en qué gastas el tiempo

Te darás cuenta de qué tareas tardas más tiempo, y en las que inviertes menos, o en las que te cuestan más hacer o te resultan más fáciles.

Sabiendo esto, es más fácil que puedas planificar por bloques, ya que puedes agrupar tareas que puedes hacer más fácilmente: flash card, esquemas, etc. para dejar más tiempo a la lectura y comprensión de un nuevo tema, por ejemplo.

Si quieres saber más de la planificación por bloques te recomendamos este post en el que hablamos del Time Blocking 

 

Mejorarás tus fallos

Conocer tus puntos débiles y en qué fallas y asumirlo, hará que ganes mucho tiempo.

Al darte cuenta de cuáles son los temas o las tareas que peor se te dan o en los que te bloqueas, o que te da más pereza realizar, amoldarás mejor el tiempo al planificar.

Lo importante es rectificar y subsanar los fallos, pero si te cuesta hacerlo, planifica tu tiempo de tal manera que cuentes con esos minutos extras que te van a demorar.

 

Potenciarás tus puntos fuertes

Al conocer tus puntos débiles y fuertes puedes intentar potenciar los débiles, pero si aún así se te resisten, potencia entonces tus puntos fuertes para sacar más tiempo para dedicarle a lo que se te da peor.

 

 

Establecerás prioridades

Es cierto que cada tema es diferente y unos temas pueden ser más fáciles que otros, pero esto es algo con lo que deberías haber contado al hacer la planificación a largo plazo.

 

Puede que con un tema solo estés una semana y con otro puede que estés dos y todavía necesites más tiempo más adelante porque te hayas quedado atascado en él.

De esta forma sabrás establecer prioridades a la hora de dedicar más o menos tiempo a cada tema o a la elaboración de resúmenes, esquemas, audios, etc.

 

Establece un número de prioridades que tengas la próxima semana, por ejemplo, terminar con el tema anterior, dejar el nuevo tema leído varias veces y comprendido y hacer el resumen de él.

Una vez que hecho esto, ordena por prioridad las tareas que se desprenden de él. Si has terminado de hacer el resumen, planifica las tareas que se desprenden de él: esquemas, mapas mentales, flash card, grabar audio, etc.

Calcula el tiempo que te va a llevar realizarlas y planifica la semana de acuerdo a ello.

Es mejor que te sobre tiempo y puedas replantear tu planificación si has avanzado más, que no que te falte.

Si planificas sin dejar lugar a imprevistos o a retrasos normales en la preparación del tema, no habrás cumplido tus plazos, te estresarás y estarás menos motivado.

Si quieres llevar siempre encima tu planificación y notas, mira este enlace en el que hacen una selección de apps interesantes para organizarte.

Por lo tanto, con una buena planificación diaria y semanal, tendrás más claridad, mejorará tu motivación, estudiarás mejor y  tendrás más tiempo libre.

 

Escríbenos si necesitas resolver dudas sobre cualquier oposición. Te informamos sin compromiso.