Cómo evitar distracciones en tus estudios

Es inevitable que, cuando estamos estudiando, la concentración desaparezca y nos distraigamos con infinidad de cosas que nada tienen que ver con lo que estamos estudiando.

Cuando perdemos la atención nos distraemos, pero muchas veces no nos damos cuenta cómo se ha producido ese proceso.

Hace un momento estabas estudiando esa ley que tanto se te atraganta y, de repente, estás con la cabeza muy lejos y con el móvil en la mano.

Y después te cuesta horrores volver a concentrarte en el tema que estabas estudiando.

 

Tipos de distracciones

Distracciones digitales

Son las más comunes, porque son las que tenemos más a mano.

Es normal que, si no te propones desconectarte del todo cada vez que estudias, te salten llamadas, alarmas, mensajes, chats, correos, búsquedas de Internet, redes sociales, etc.

Esto es algo que puedes controlar tú directamente, aunque a veces  parezca que te controlan a ti.

 

Distracciones “analógicas”

Alguna de ellas está en tu mano ponerles freno rápidamente, sin embargo, otras, las que se refieren al plano emocional, hay que trabajar mucho para darte cuenta de ello y poder para el pensamiento.

Piensa en todo lo que te roba el tiempo y ve apuntando. 

Desorden

¿Cuántas veces has estado buscando entre los papeles de tu mesa, en carpetas o en estanterías ese resumen del tema que vas a repasar y no lo encuentras?

¿Sabes cuánto tiempo pierdes a lo largo de la semana con distracciones de este tipo?

Haz una prueba y apunta durante una semana el tiempo que pierdes intentando localizar cosas relativas a tu estudio.

No hace falta que sea un esquema en papel, también buscarás entre las carpetas de tu ordenador.

Incluso perderás el tiempo intentando localizar ese boli tan chulo que pinta genial.

Además de tiempo perdido en vano, también tu concentración se corta y se dispersa.

Mala utilización de aplicaciones y otro tipo de herramientas

Puedes utilizar mil aplicaciones, programas, etc, para ayudarte en el estudio de tus oposiciones.

Pero si no sabes bien cómo funcionan o todo lo que te pueden aportar, estarás perdiendo el tiempo.

Un ejemplo de lo más común es el Word. ¿Sabes todas las utilidades que ofrece?

Lo mismo ocurre con otras aplicaciones y programas.

 

Te distraerás intentando crear una flash card perfecta (por ejemplo) con un programa que no conoces.

Probablemente desistas de ese, pero irás a buscar otro.

A lo mejor te puedes plantear reciclar papel sobrante y hacerlas a mano.

Obsesión por el perfeccionismo

Ser perfeccionista no está mal, pero si te obsesionas con ello repasarás mil veces todo tipo de cosas: algo que ya sabes de memoria,  la planificación del día, un esquema… todo.

Lo que conseguirás con ello es restar este tiempo a lo que realmente no sabes o no has hecho aún.

Pensar en el futuro

 

El tiempo que consumes en pensar cómo será el examen, lo nervioso que vas a estar en la prueba oral, lo mal que te va a salir, lo que no has estudiado, lo que…

Todo estos pensamientos negativos pensando en un futuro que no tienes ni idea de cómo va a ser, pero que ya te haces tú la película, además de consumir tu tiempo, consumen tu energía.

Preocupaciones familiares y sentimentales

Es inevitable darle vueltas  a situaciones familiares o personales por las que puedas estar pasando.

Sin embargo, si te das cuenta de que tus pensamientos se van a ello, puedes cortar el bucle de pensamiento en el que te puedes meter.

Es costoso al principio, pero poco a poco verás que, si te das cuenta en cuanto empieza a surgir el pensamiento, podrás volver a prestar atención a lo que estabas estudiando.

Cosas de casa

Sí. Si estudias en casa, es normal que si te levantas a por agua, de paso comes algo y recoges la ropa del tendedero o pones una lavadora, o te das cuenta de que no has comprado el pan y bajas a por él.

Así que cuanto más planifiques por bloques el tiempo de estudio,  el tiempo personal y el tiempo de ocio, menos distracciones de este tipo tendrás.

Analiza en qué te distraes

 

Haz varias listas: estudios, trabajo, tiempo personal y tiempo de ocio.

Sé sincero y piensa cuáles son tus mayores distracciones.

Luego piensa en otras distracciones más pequeñas, pero que también te quiten tiempo.

Apúntalas. Puedes dejar estas listas cerca durante una semana, porque seguro, que no te has acordado de todas.

 

 

Debes estar esa semana muy atento, para poder identificar enseguida esas pequeñas o grandes cosas que te roban el tiempo.

Cuando hayas acabado la lista, verás todo el tiempo que has perdido durante la semana.

La buena noticia es que, si eres consciente, tú puedes cambiarlo.