Cómo preparar un examen oral

En algunas oposiciones, además del examen escrito nos encontraremos con el temido examen oral, y a veces nos cuesta saber transmitir los conocimientos que sabemos.

El examen oral es el examen que suele producir más ansiedad, nerviosismo e inseguridad en un opositor.

Así que en principio nos tenemos que centrar en disminuir la tensión y ese estrés que nos provoca.

Es muy aconsejable la meditación. Practicarla tanto antes de empezar a estudiar como al finalizar.

Hacer ejercicios que te ayuden a relajar la mente, y tomar decisiones desde un estado más tranquilo.

La meditación también te ayuda a conectar con tu respiración y a ir más sosegado a la hora de hablar.

Otro punto muy importante, sino el que más,  es practicar, practicar y practicar.

 

 

cómo preparar examen oral

Primero puedes empezar con una lectura en voz alta. Esto es muy útil para modificar palabras o frases que nos cueste enlazar, después habla delante de un espejo, fíjate en los movimientos y gestos que haces, (ellos también emiten información) para cuando llegue el momento no te sientas ridículo y tener más confianza en ti mismo.

Intenta cambiar el tono, el volumen…para así captar mejor la atención del tribunal que nos evalúe y además, también te puedes grabar.

Esto último es de gran ayuda para ir mejorando en cada exposición.

Debes fijarte si se te entiende bien, hay coherencia en el discurso, le acompañan tus gestos, la mirada, etc.

Si a pesar de realizar estas técnicas sigue la ansiedad y los nervios, quizás es bueno buscar ayuda externa, de un profesional, un coaching emocional que nos ayude a reducir la tensión, controlar esos pensamientos que nos perturban, etc.

Cómo preparar un examen oral

Para resumir este punto diferenciamos tres fases:

La primera la llamaríamos la fase de Pre-exposición.

Cuando practicamos en casa con lo mencionado anteriormente, debemos tener una actitud positiva ya que crea seguridad en nosotros mismos.

Nos ayudará en esta fase, realizar esquemas, ser coherentes y ordenados con los contenidos  junto con una  buena secuenciación de los mismos.

La segunda fase sería cuando estamos ante el tribunal. Aquí entrarían dos vías, la expresión verbal y expresión no verbal.

Hay que intentar ser concisos y claros con lo que estamos explicando, es muy importante la tonalidad, para incidir en algunos aspectos y llamar la atención del tribunal y al finalizar la exposición es clave hacer una ronda de preguntas para dar al tribunal la opción de resolver alguna duda.

Y en cuanto a la expresión no verbal, la mirada es importante para hacer partícipes de esa explicación a todos los miembros del tribunal.

Importante también son las manos, poner las palmas hacia arriba crea integridad con lo que estás diciendo.

Y por último, es clave no quedarse parado en clase, sino moverse, ya que retienes más la atención del tribunal.

Los errores comunes que la mayoría de la gente comete es la utilización de muletillas y los tics nerviosos, por lo tanto hay que intentar evitar esto. Una método que suele ser efectivo es mantener un objeto entre las manos, por ejemplo,  un bolígrafo, para descargar en él los nervios.

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